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Hacia una hermenéutica ecosófica (página 2)



Partes: 1, 2

En la Cosmovisión martiana, la espiritualidad del
hombre es esencial, su subjetividad, como agente
histórico-cultural. Lo que no significa que lo
hiperbolice. Para él, lo material y lo espiritual
constituyen una unidad inseparable. Recuérdese la
polémica en el Liceo Hidalgo, de México. Incluso
aboga por una filosofía de la relación que no
separe lo ideal y lo material, que no discurra hacia los
extremos. Simplemente que lo aborde en su relación, pues
"Yo no afirmaría la relación constante y
armónica del espíritu y el cuerpo, si yo no fuera
su confirmación""[46]

Hay en Martí, en su pensamiento, acuciantes notas
espiritualistas. Cree en la preexistencia y postexistencia del
alma, en la superioridad del espíritu, sin embargo no se
desliga de la realidad inmediata. Sus convicciones
ideopolíticas (culturales) terrenalizan su tendencia
especulativa, sin matar su raíz utópica y su miraje
hacia lo absoluto y lo grande, pues en su criterio: "menguada
cosa es lo relativo que no despierta al pensamiento de lo
absoluto. Todo ha de hacerse -declara Martí, de manera que
lleve la mente a lo general y a lo grande. La filosofía no
es más que el secreto de la relación de las varias
formas de existencia".[47]

En su epistemología hermenéutica somete a
crítica el apriorismo y el subjetivismo. Defiende la
analogía sin absolutizaciones estériles. Considera
la realidad como fuente del conocimiento. "En el hombre, -cree
Martí- hay fuerza pensante, pero esta fuerza no se
despierta ni desarrolla, sin cosas pensantes."[48]
Además "hay armonía entre las verdades, porque hay
armonía entre las cosas".[49]

Su epistemología, siguiendo la tradición
cubana, se expresa como sensorracionalismo, donde lo sensorial y
lo racional son dos momentos de una unidad y un proceso
único inseparable, en pos de la aprehensión
cósmica de la realidad.

Al mismo tiempo, su siempre razón utópica
-rasgo propio de los grandes pensadores fundadores- no lo lleva a
separar la teoría de la práctica.

El "espiritualismo martiano", la sustantivación
de la subjetividad humana, tampoco restan valor a su
hermenéutica ecosófica. En su concepción, el
hombre, como sujeto socio-cultural, reproduce de forma
compendiada la totalidad del Universo. La naturalezaconcepto
amplio en Martí- integra todo, lo espiritual y lo
material[50]pero el hombre, es por sobre todas las
cosas, un ser activo, hacedor de historia, cultura, y al mismo
tiempo, condicionado sociohistóricamente, pues "nada es un
hombre en sí, y lo que es, lo pone en él su
pueblo".[51]

Una hermenéutica ecosófica puede hacer
mucho en los tiempos actuales, si es capaz de interpretar el
espíritu del mundo con ansia de humanidad, y aprehender la
conducta del hombre en su complejidad real, como eticidad
concreta, sin imposiciones epistemológicas ni abstractos
apriorismos. Interpretar la realidad subjetivamente, y seguir la
lógica especial del objeto especial, y no dar la espalda
al drama humano, como aconsejaba Marx, no pueden pasar
inadvertidos, si se quiere "hacer camino al
andar"…

Y hay que hacer camino al andar… No queda otra
alternativa, si queremos que emerja una cultura del ser y una
ética del género humano que garanticen la
existencia de la vida presente y futura.

 

 

Autor:

Dr. Sc. Rigoberto Pupo.

[1] Sobre esto ver de Buganza, J.
Últimos Apuntes de Mauricio Beuchot sobre
Hermenéutica Analógica. Revista Razón y
palabra junio- julio 51. www. Razón y palabra.org.mx. En
este trabajo se comenta cómo Mauricio Beuchot hace
hincapié en la necesidad de la aplicación
concreta de la hermenéutica analógica.
“Mauricio Beuchot también comenta, explora y
desarrolla su propuesta filosófica con otros
filósofos para ensancharla cada vez más. Hay un
libro recién publicado, titulado Puentes
hermenéuticos hacia las humanidades y la cultura, donde
hace estos comentarios. El título del libro conviene muy
bien porque lo que Beuchot establece son, precisamente, puentes
interpretativos hacia diversas áreas de las humanidades
y la cultura en general (por ejemplo, hacia la
psicología, la pedagogía, la filosofía de
la cultura, la política, la literatura,
etcétera). Y esos puentes, hay que decirlo, los traza
Beuchot siguiendo muy de cerca a quienes han discutido y
ensanchado al movimiento de la hermenéutica
analógica, a quienes cita y comenta”. (Revista
Razón y palabra junio- julio 51. www. Razón y
palabra. org.mx)

[2] Al mismo tiempo, la hermenéutica
analógica, como no cree tener la verdad absoluta
está abierto a la crítica y oye al otro para
mejorar

[3] “Y es que, en definitiva, se abre
la puerta a un pensar analógico, a una racionalidad
analógica (y no sólo a una hermenéutica
analógica), que no caiga en la prepotencia de la
univocidad, del univocismo, ni en el relativismo de la
equivocidad, del equivocismo. Es una racionalidad abierta y a
la vez rigurosa, que no se cierra en el único enfoque y
en la única verdad, de modo reduccionista; pero tampoco
se abre indefinidamente a cualquier enfoque y las demasiadas
verdades, sino que reconoce un límite para las verdades
y los enfoques, de modo que, pasando ese límite, se da
lo falso y lo erróneo. Pero ya se ha dado cabida al
pluralismo, a un pluralismo dialogante, pues la analogía
hay que establecerla mediante el diálogo, en el
diálogo de los que están en el camino de su
búsqueda”. Beuchot, M. Perfiles de la
hermenéutica. En del propio autor “Tratado de
hermenéutica analógica UNAM, México, 1997,
p. 16

[4] Ibídem, p. 16

[5] Beuchot, M. Perfiles de la
hermenéutica. En del propio autor “Tratado de
hermenéutica analógica UNAM, México, 1997,
p. 16

[6] “Cuando un alma sensible y culta
recuerda sus esfuerzos por trazar, según su propio
destino intelectual, las grandes líneas de la
Razón, cuando estudia por medio de la historia de su
propia cultura se da cuenta de que en la base de sus
certidumbres íntimas queda aún el recuerdo de una
ignorancia esencial. En el reino del conocimiento mismo hay
así una falta original, la de tener un origen; la de
perderse la gloria de ser intemporal; la de no despertar siendo
uno mismo para permanecer como uno mismo, sino esperar del
mundo oscuro la lección de la luz” (Bachelard,
Gastón. La intuición del instante. Fondo de
Cultura Económica, México, 2000, p. 7).

[7] Gadamer, G. Verdad y método,
Sígueme, Salamanca 1977, p.567-568.

[8] Ibídem, p.531.

[9] Ibídem, p. 344.

[10] “Este es el punto del que parte el
problema hermenéutico. Por eso habíamos examinado
la depreciación del concepto de prejuicio en la
Ilustración. Lo que bajo la idea de una
autoconstrucción absoluta de la razón se presenta
como un prejuicio limitador forma parte en verdad de la
realidad histórica misma. Si se quiere hacer justicia al
modo de ser finito e histórico del hombre es necesario
llevar a cabo una drástica rehabilitación del
concepto del prejuicio y reconocer que existen prejuicios
legítimos. Con ello se vuelve formulable la pregunta
central de una hermenéutica que quiera ser
verdaderamente histórica, su problema
epistemológico clave: ¿en qué puede
basarse la legitimidad de los prejuicios? ¿En qué
se distinguen los prejuicios legítimos de todos los
innumerables prejuicios cuya superación representa la
incuestionable tarea de toda razón
crítica?” (Ibídem, p. 344)

[11] Ibídem, pp. 466 – 468.

[12] Ibídem.

[13] Una hermenéutica de esta
naturaleza, no separa el texto del hombre que lo escribe, ni el
contexto histórico – cultural que antecede, y
sirve de mediación central. Sencillamente sigue
fielmente el método de la hermenéutica
analógica: la sutileza y la penetración, sin
aprioris innecesarios. Busca lo referencial y se atiene a la
lógica especial del objeto especial en la
asunción subjetiva de la realidad, en el decir de
Marx.

[14] “La noción de
responsabilidad implica en su etimología la actitud de
“responder” a alguien, por ejemplo a un superior
jerárquico del cual hayamos recibido una orden o un
encargo. Cuando se toma esta noción en un sentido muy
general es frecuente que este “alguien” sea Dios,
para las personas que tienen un sentido religioso de su vida.
En la cultura “moderna” se ha concibido a menudo
esta responsabilidad como un responder a su propia conciencia.
Un sentido más neutral se encuentra a veces cuando se
considera la responsabilidad como un “hacerce
cargo” de las consecuen cias de sus propias acciones
siendo dispuestos a “pagar para ellas” (Weber). Nos
parece que un sentido sificientemente general, que abarca lo
esencial de estas diferentes concepciones, consiste en
considerar la responsabilidad como una actitud de respeto hacia
los valores en nuestras acciones, ya que con eso se pueden
tomar en cuenta valores morales, religiosos, politicos,
sociales, economicos, etc. Por consiguiente definimos como
“responsable” una toma de decisión en la
cual queden satisfechas dos diferentes exigencias: 1. el
respeto de ciertos valores predeterminados que la decision
tendra que no violar; 2. la determinacion de ciertos fines
particulares que nos proponemos de alcazar escogendo un curso
de acción adecuado. La primiera condicion implica que se
indiquen de manera explicita y completa aquellos valores de
tipo moral, politico, social, economico, juridico, etc. que se
consideren como una especie de “marco general” de
la decision, en el sentido de que ninguna decision podria
considerarse responsable si implicara la violación de
estos valores”. (Agazzi, M. La responsabilidad en las
decisiones.Curso extraordinario – salamanca 25-28 de
abril, 2001. Conferencia impartida en la Universidad de La
Habana)

[15] “La hermenéutica que yo
propongo es, como he dicho, además de analógica,
icónica. Esto significa que se vincula con aquel tipo de
signo que algunos llaman icono y otros símbolo. Icono le
llama Charles Sanders Peirce, y es la acepción que le
doy aquí. El icono abarca otros tres tipos de signo:
imagen, diagrama y metáfora. Es la analogía, que
abarca lo que se acerca a la univocidad, como la imagen, lo que
oscila entre la univocidad y la equivocidad, como el diagrama,
y lo que se acerca a la equivocidad, como la metáfora,
pero sin caer en dicha equivocidad. Con eso, la
iconicidada-analogicidad permite encontrar la discursividad
cercana a lo unívoco donde ésta se requiere, de
manera axiomática o casi, y obliga a un tipo de
significatividad de tipo apegado al modelo, como la que tiene
la imagen icónica, aunque no sea mera copia. Permite
además una interpretación que no se queda en la
estructura discursiva aparente o superficial de un texto, sino
que avanza a su estructura profunda, por la semejanza de
relaciones, como en el diagrama, y no sólo con el modelo
de la imagen, que, en su modalidad excesiva de copia, fue el
que privilegió el positivismo (Beuchot, M. Perfiles de
la hermenéutica. En del propio autor “Tratado de
hermenéutica analógica, UNAM, México,
1997, p. 18.)

[16] “La tensión que se da entre
el universalismo y el particularismo de las culturas se
resuelve, a mi modo de ver, con un pluralismo bien planteado,
analógico. El pluralismo cultural o multiculturalismo es
buscado como postura intermedia y moderada entre los dos
extremos. Pero oscila entre una y otra postura, y hay
pluralismos que se acercan más al universalismo y otros
que se acercan más al particularismo,-con el relativismo
que lo acompaña. A mi me parece que el peligro mayor
está en el relativismo extremo. Por ello trato de alejar
al pluralismo de él y acercarlo un tanto al
universalismo, pues es lo que ahora hace falta, en estos
tiempos de tanto relativismo. Esto se logra con un pluralismo
analógico, proporcional, ordenado, esto es, que tome en
serio las diferencias, pero sin perder la universalidad
necesaria. Tal pluralismo analógico es intermedio entre
el univocismo y el equivocismo, pero en él predomina la
diversidad. Sin embargo, tiene la universalidad necesaria y
suficiente para que no se incurra en el relativismo, y
también tiene una particularidad o diferencia
preponderante, de manera que no se corre el riesgo de caer en
el universalismo feroz que algunos quieren asegurar. Es,
además, una postura que, junto con la
preservación de las diferencias culturales en el seno de
una sociedad, permitirá un acceso justo al bien
común. Es cierto que, al interactuar las culturas, las
diferencias culturales se van desdibujando; algunas hasta
llegan a borrarse. Es cierto que al tener acceso a la igualdad
de oportunidades y de bienes, se pierden algunas cosas propias
y peculiares de la cultura particular; pero no hasta el punto
de renunciar a la propia identidad, a la representación
de sí mismo, a la memoria común, al imaginario
colectivo, que es lo que afianza a la realidad, a la
vida” (Beuchot, M. La filosofía ante el pluralismo
cultural.
http://www.filosofia.com.mx/index.php?/portal/archivos/la_filosofia_ante_el_pluralismo_cultural/

[17] Agazzi, M. La responsabilidad en las
decisiones. Curso extraordinario – salamanca 25-28 de
abril, 2001. Conferencia impartida en la Universidad de La
Habana.

[18] Hago énfasis que al referirme al
texto, incluyo no sólo el texto escrito, como es
común, sino todo aquello que tiene significación
importante. Así la conducta ético – moral
es un texto, la mirada, una imagen, una acción, una
actuación un retrato, una perspectiva, etc.
Sencillamente vivimos en un mundo textual, intertextual

[19] Martí lo comprendió y lo
aplicó en su rica obra: “Nada absoluto es
verdadero. La vida humana es la mutua e indeclinable
relación entre lo subjetivo y lo objetivo”
(Martí, J. Cuadernos de Apuntes. Tomo 21. Editorial
nacional de Cuba, La Habana, 1965.

[20] Beuchot, M. Perfiles de la
hermenéutica. En: Mauricio Beuchot. Tratado de
hermenéutica analógica, México: UNAM,
1997, pp. 4- 5.

[21] “La hermenéutica, como
instrumento de interpretación, permite acceder a la
historia de la ética y a la conducta moral, con lo cual
hace posible juzgar y valorar lo que está descrito y no
sólo conocerlo. De igual forma, deben ser analizados los
conceptos morales en su uso y en su vigencia. Eugenio
Trías y Wittgenstein son citados como referencia de lo
que se denomina "ética del límite" y que se
refiere precisamente a los intentos por mediar entre posturas
que tradicionalmente han sido consideradas como opuestas. De
Trías retoma la idea de que el hombre es un ser que
está en el límite entre la razón y la
sin-razón, entre lo físico y lo
metafísico. Y de Wittgenstein menciona su famosa idea de
que el hombre se encuentra en el límite de lo que puede
decir y lo que debe callar. Ambos autores permiten a la autora
justificar su propuesta de buscar el medio, la búsqueda
de proporción al momento de realizar interpretaciones.
Claro que esta propuesta debe ser tomada al momento de revisar
las diferentes posturas éticas. Para la autora lo
importante es proponer alternativas que apelen tanto a lo
racional como a lo emocional, "donde se establezcan
vínculos entre los individuos, mismos que serán
posibles a través del diálogo, del compromiso,
del respeto, de la convicción (…) El principal
propósito de la autora es despertar el interés de
quienes realizan interpretaciones en el campo de la
ética para que basen su trabajo en el diálogo, el
compromiso, el respeto, la libertad y la responsabilidad. Todo
ello gracias a la práctica de la prudencia”
(Remedios Álvarez Santos, Hermenéutica
analógica y ética, Torres Asociados,
México, 2003, p. 112.

[22] Ver Morin, E. Los siete saberes
necesarios para la educación del futuro. UNESCO,
1999.

[23] “Se trata del concepto de virtud
(sobre el cual A. MacIntyre en su libro Tras la virtud ha
llamado fuertemente la atención). Este concepto, digo,
ha vuelto como virtud intelectual, en el campo de la
epistemología (tal es el caso del desarrollo que E. Sosa
presenta en su texto Conocimiento y virtud intelectual), y en
el campo de la ética, como virtud moral o
práctica (opción desarrollada por Ph. Foot en su
libro Las virtudes y los vicios, y otros ensayos de
filosofía moral. Se puede definir la virtud diciendo que
es una propiedad disposicional que la persona puede adquirir, y
que la capacita para hacer bien una cierta actividad. Y se
puede entender la educación como el suscitar y promover
las virtudes en el individuo a partir de él mismo. A
algunos les ha parecido poco relevante esta idea, pero se
pueden salvar las dificultades que se presentan. Por ejemplo,
en el campo de la moral, Adela Cortina æ en su texto
"Moral dialógica y educación
democrática”, se pregunta no sólo si puede
enseñarse la virtud, sino si vale la pena
enseñarla. Entiende que la enseñanza de destrezas
no es suficiente para enseñar la moral. El
comportamiento moral no se enseña, no se transmite.
Según ella, la moral es un fin, mientras que las
habilidades son medios; y el acumular habilidades no ayuda a
perseguir fines adecuados. No se pueden enseñar las
virtudes morales como si fueran destrezas o habilidades
técnicas. Este es un cuestionamiento que ya se
hacía Kant, el cual mostraba el olvido de lo que
significa una virtud según la tradición
aristotélica (la cual, como señala Capelletti en
su artículo "Naturaleza y fines de la educación
en Aristóteles" (apoyado, a su vez, en el libro X de la
Eth. Nic, que la contemplación (theoria) es superior a
la acción, que las virtudes dianoéticas (que son
fines últimos) son superiores a las virtudes
éticas (que son fines intermedios) y que éstas, a
su vez, son superiores a las habilidades técnicas En
efecto, Kant, sobre todo, olvida que para Aristóteles la
virtud, que ciertamente es un medio, no puede estar desligada
de los fines. Está precisamente en función de
ellos. La finalidad objetiva es la perfección del
hombre, y la subjetiva es la felicidad. Claro que, así
dichas, pueden ser acusadas de reducirse a conceptos formales,
vacíos, o que se pueden llenar con cualquier cosa. Cada
quien entiende de manera diferente la perfección y la
felicidad” (Beuchot, M. La formación de virtudes
como paradigma analógico de virtudes.
http://ensayo.rom.uga.edu/antologia/XXA/beuchot/

[24] Beuchot, M. La formación de
virtudes como paradigma analógico de virtudes.
http://ensayo.rom.uga.edu/antologia/XXA/beuchot/

[25] Ya sabemos que la superación
dialéctica no elimina lo superado. Lo integra a la
totalidad, pero con mayor riqueza en mediaciones.

[26] “La concepción espiritual y
cosmológica de la ecosofía ofrece la posibilidad
de contemplar el universo como un todo que se origina en cada
uno de nosotros. Pensarnos un centro cualquiera de este
multiverso que se expande a partir de lo que somos, y a la vez,
sabernos un reflejo de ese orden, un microcosmos”
(Iglesia, M. Entrevista a Alex Escamilla, colaborador de
Rebelión. Ecosofía, la filosofía unida a
la tierra.
http://www.revistafusion.com/2007/junio/report165.htm) .

[27] Iglesia, M. Entrevista a Alex Escamilla,
colaborador de Rebelión. Ecosofía, la
filosofía unida a la tierra.
http://www.revistafusion.com/2007/junio/report165.htm

[28] (Etnografía de los Actos de Habla
Escolar (Parte 3) – Álvaro León Perico. Xexus.
Ventana cultural. http.)

[29] Lo subrayado en negrita es mío.
R. P.

[30] Iglesia, M. Entrevista a Alex Escamilla,
colaborador de Rebelión. Ecosofía, la
filosofía unida a la tierra.
http://www.revistafusion.com/2007/junio/report165.htm

[31] Puede verse la obra de Edgar Morin,
desde el método, hasta Ciencia con conciencia, Los siete
saberes necesarios de la educación del futuro, Vivir en
la era planetaria, etc.

[32] Iglesia, M. Entrevista a Alex Escamilla,
colaborador de Rebelión. Ecosofía, la
filosofía unida a la tierra.
http://www.revistafusion.com/2007/junio/report165.htm

[33] “Sin un cambio en el campo de las
disposiciones cognitivas, no es posible ningún cambio
social y político. Toda revolución social
presupone una revolución cultural. Lo que tu llamas
ideas distorsionadas, merecerían un análisis
profundo de los distintos detalles y métodos que
acríticamente nos inducen a aceptarlas. Muchas de las
cosas que adquirimos, demasiadas actividades que realizamos, no
nos ayudan a potenciar nuestras capacidades como seres
pertenecientes a una comunidad viva, y en cambio sí
perpetúan una cultura basada en la explotación
del hombre y la naturaleza” (Iglesia, M. Entrevista a
Alex Escamilla, colaborador de Rebelión.
Ecosofía, la filosofía unida a la tierra.
http://www.revistafusion.com/2007/junio/report165.htm).

[34] Hernández, E. Ecosofía: el
nuevo nombre de la filosofía política. http.
Antroposmoderno.com

[35] Ibídem.

[36] Lo subrayado en negrita es mío.
R. P.

[37] “Para mí – responde
Guattari – la distinción no se impone: todos los objetos
son objetos de modelización. El concepto en su
carácter creativo, de aglomeración de componentes
heterogéneos y al mismo tiempo de unidades
autopoiéticas, es el objeto. El objeto
ecosistémico es un objeto de metamodelización en
el sentido en que tiene la pretensión de englobar las
diferentes modelizaciones que se nos proponen: de tipo
marxista, de tipo animista, de tipo estético. Podemos
ver, entonces, como se articulan los sistemas de valores, mucho
más que oponer de manera maniqueísta unos a
otros” ¿Qué es la ecosofía?
Entrevista a Félix Guattari. http//inmanencias.
Blogspot.com/

[1]

[38] ¿Qué es la
ecosofía? Entrevista a Félix Guattari.
http//inmanencias. Blogspot.com/

[39] Martí, J. Emerson. Obras
Completas. Tomo 13. Editorial nacional de Cuba, La Habana,
1964, pp. 17 – 18.

[40] En la filosofía de Leibniz, el
Universo se compone de innumerables centros conscientes de
fuerza espiritual o energía, conocidos como
mónadas. Cada monada representa un microcosmos
individual, que refleja el Universo en diversos grados de
perfección y evolucionan con independencia del resto de
las mónadas.

[41] Martí, J. Emerson. Obras
Completas. Tomo 13. Editorial nacional de Cuba, La Habana,
1964, pp. 24 – 25.

[42] Ibídem, pp. 25 – 26.

[43] Ibídem

[44] Vitier, M. Valoraciones II. Universidad
Central de Las Villas, 1961, p. 99.

[45] Ibídem, p. 101.

[46] Martí, J. Juicios.
Filosofía. Obras Completas. Tomo XIX. Editorial Nacional
de Cuba, La Habana, 1967, p. 362.

[47] Martí, J. El poema del
Niágara, O.C. T. 7. Edit. Nacional.de Cuba, La Habana,
1962, p. 232.

[48] Martí, J. Cuadernos de Apuntes,
O. C. T. 21 Edit. Nacional de Cuba, La Habana, 1965, p. 54.

[49] Ibídem, p. 55.

[50] ¿Qué es la Naturaleza? El
pino agreste, el viejo roble, el bravo mar, los ríos que
van al mar como a la Eternidad vamos los hombres: la Naturaleza
es el rayo de luz que penetra las nubes y se hace arcoiris; el
espíritu humano que se acerca y se eleva con las
(palabra ininteligible) nubes del alma, y se hace
bienaventurado. Naturaleza es todo lo que existe, en toda
forma, -espíritus y cuerpos-; corrientes esclavas en su
cauce; raíces esclavas en la tierra; pies esclavos como
las raíces; almas, menos esclavas que los pies. El
misterioso mundo íntimo, el maravilloso mundo externo,
cuanto es, deforme o luminoso u oscuro, cercano o lejano, vasto
o raquítico, licuoso o terroso, regular todo, medido
todo menos el cielo y el alma de los hombres, es Naturaleza.
(Martí, J. Juicios. Filosofía. Tomo XIX.
Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1967, p. 364).

[51] Martí, J. Henry Ward Beecher, O.
C. T. 13. Edit. Nacional de Cuba, La Habana, 1964, p. 34.

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